domingo, 15 de mayo de 2011

Sex Friend, el suicidio ritualista



De lo que jamás nos podemos cansar, es de soñar y de amar; la sexualidad sin amor es negar lo más bello de ser humano, su capacidad de renacer cada vez que morimos después de un desamor.



por Carlos Vicente Torrealba


Una vez un gran arquitecto me dijo que cualquier ser humano podía hacer arquitectura lo único que debería hacerla de forma responsable, y la responsabilidad implica un compromiso sobre todo con uno mismo y después también con los demás.
Hoy en día hay varias tendencias en torno a la sexualidad humana: una que apoya y practica la sexualidad plena que es con el cuerpo y el alma, mientras que hay una tendencia entre otras variantes de incentivar. ¡El sexo-placer sin compromiso! Que particularmente yo la veo como lo mas perecido al haraquiri, ya que en la sexualidad humana está implícito su mayor componente como lo es esos lazos afectivos. El sexo placer sin compromiso es el sexo sin implicaciones emocionales, así como perritos y que por modismo se le llama “Sex Friend”.

En los últimos veinte años hay abundante material de estudio y artículos sobre el llamado Sex friend, o "Tiramigo", una modalidad que se lleva practicando desde los principios de la humanidad como la forma más primitiva de la sexualidad humana, sobre todo por los varones de la especie y que ahora las mujeres cada día más se les inserta como algo muy natural para que tengan sexo cuando les apetece, sin compromiso, ni ataduras de las construcciones sociales y sexuales que siempre se han formado en torno a lo que es la pareja como base fundamental de la sociedad.

Lo que tradicionalmente conocemos como amigos con derecho, que no es más que es una persona con la que practicas el sexo sin compromiso. Y con el que los hombres han hecho estragos aniquilando y sembrando sufrimiento en las mujeres y que ahora muchas de ellas lo avalan y promueven por supuesto como siempre desde su propia soledad causada por los desengaños amorosos, o no quieren volver a comprometerse y como a todos los que le gusta el sexo, deciden buscar y compartir con ese amigo, con el que generalmente se llevan muy bien, sin importar el estatus de este ni a lo largo, la propia tranquilidad de ellas mismas, olvidando una gran máxima de todo hecho humano y no del hecho animal, que en la sexualidad sin ningún tipo de implicación emocional las ventajas que aparentemente poseen vienen con enormes desventajas para el crecimiento personal y espiritual, un precio que muchos humanos no estamos dispuestos a pagar.

Teóricamente en el Sex friend, tanto el hombre como la mujer están de acuerdo en practicarlo generalmente sin percatarse de sus consecuencias, estableciendo supuestamente unas normas para construir una relación que giren sólo sobre el placer y como en un parque de diversiones pagar para montarse en los carruseles donde al principio todo está bien, aunque al prolongarse la estadía empezarán a ser buenos confidentes, donde serán capaces de escuchar y aconsejarse, teniendo muy presente los límites entre el amor y el sexo, dando rienda suelta a la fantasias sexuales.

Pero como todo en la vida del humano y no en la del animal, la sexualidad implica que se tejan lazos afectivos; esos vínculos son a la largas casi automáticos. Si usted es de esos genios que piensa ¡que no!, cómprense un perro y a los tres meses de ser su mascota usted ya poseerá afecto por ese animal, imagínese el grado de afecto que en ese mismo tiempo usted hará por un mismo ser de su especie y mas si se acuesta con ella o él. Siempre en el Sex friend, una parte se involucra más emocionalmente y siempre amigos, alguien en este jueguito sale muy mal herido; de ahí que sea un suicidio ritualista que sólo practican los depredadores de alma.

1 comentario:

  1. El miedo a sentirnos vulnerables en los brazos de otra persona, el miedo a necesitar nuevamente la caricia, el miedo a no tenerla cuando la necesitamos. Tenemos mi querido Carlos, miedo a sentir. Raquel Díaz Illescas.

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