domingo, 29 de agosto de 2010

El tiempo no…


El tiempo no…

Por Carlos Vicente Torrealba

carlosvicentetorrealba@gmail.com





El ser humano se caracteriza por pensar en un mañana y además se ha acostumbrado a dividirlo, a fraccionarlo, a ponerle un valor. A ese tiempo, que como una Santísima Trinidad lo han dividido en tres: en pasado, presente y futuro. Hemos asumido como cierto que nuestra vida es tan sólo lo que sucede en este estadio que se sintetiza como el inexorable fluir de los segundos, casi al ritmo del corazón.



El extraordinario físico Albert Einstein señaló “que el pasado, presente y futuro no son más que ilusiones”. Quizás sea una de sus mayores verdades, pues al observar a Latinoamérica nos damos cuenta por simple observación que el tiempo no existe en absoluto. Somos un conjunto de naciones estáticas, donde el mañana es hoy y el pasado lo vamos modificando de acuerdo a nuestros intereses. Donde el presente es una entelequia, producto de un conjunto de sainetes mal dirigidos con guiones chucutos y con actores de tercera. Donde el reparto se acomoda a la circunstancia y la ideología es el pillaje de cualquier bando o color. La palabra vivir ha quedado rezagada sólo a 1% de los hombres y mujeres que habitan estas tierras, un 70% sobrevive y el resto se está muriendo de menguas.



Para Latinoamérica y su política el universo es estático y tampoco hay ningún cambio en el universo real igual que nuestra sociedad enferma de mediocridad, de egoísmo, de avaricia con su gran toque de impunidad, donde la libertad, justicia y fraternidad son mas relativas que el propio tiempo. En Latinoamérica, tanto el movimiento como los cambios también son una mera ilusión. Hablamos de ir hacia adelante cuando corremos hacia atras. Hablamos de progreso cuando nos empobrecemos. Hablamos de grandeza cuando nos hundimos en nuestro propio lodazal.



Pero ese tiempo que es una ilusión nos define también un espacio y ese espacio nos hace ser más que una ilusión. Somos el resultado de una mezcla que no queremos ni hemos podido definir aún, porque la definición nos haría comprometernos con nosotros mismos y con los demás, es decir con los otros y el compromiso es inaceptable como admitir las diferencias que deben haber en los otros, inclusive en nuestras propias diferencias.



El tiempo no existe, pero sí Latinoamérica con su carga positiva y negativa; con su lenguaje de doble articulación y con un pueblo que aún está a la deriva, igual que Colón.

¿Desempeño Sexual?


¿Desempeño Sexual?



Una de mis lectoras me escribe un interesante correo sobre “su desempeño sexual y el de su pareja”. Lo curioso es que habla en tercera persona y utiliza la palabra “desempeño” todo el tiempo para describirme su sexualidad.



Ante todo mi querida lectora un "desempeño" es algo que una persona o un grupo hace como en un equipo de beisbol, un grupo musical o cuando pertenece a un reparto de actores, mientras otros como el público observan como es ese desempeño. Esta palabra está más relacionada amiga al entretenimiento.



La sexualidad humana amiga es muy distinta a la sexualidad animal, aunque en sus raíces tengan un mismo fin de preservar la especie, la característica de la sexualidad humana positiva y la sexualidad primitiva es que en la sexualidad humana las personas se tienen que involucrar directamente con el otro para formar las pareja, poseer un componente afectivo que es el principal catalizador y elemento propulsor del placer-felicidad, mientras que en la sexualidad primitiva o cruda, el egoísmo, la incomprensión, la posesión y la violencia no permite tal compromiso de allí que en la sexualidad primitiva exista la promiscuidad, la infidelidad y las desviaciones donde el irrespeto al otro es una fuente de placer.



En la sexualidad primitiva o cruda, ambos sexos están atrapados en la idea del desempeño sexual en lugar de enlazarse y ser uno sólo en el plano afectivo-placer.



Sé que en la actualidad y por una deformación en la asimetría de los valores se escucha mucho sobre “la ansiedad por el desempeño masculino” convirtiéndose en una obsesión y preocupación como en tu esposo (por lo que me cuenta) sobre el tamaño del pene y la cantidad de tiempo que él pueda permanecer erecto y luego después de la eyaculación se vuelva a ponerse erecto de nuevo. Esto amiga, este estrés masculino es la obsesión de los hombres producto de esa asimetría de los valores, gracias a la deformación en los medios de comunicación y la pornografía.



Para algunos hombres, está una droga “milagrosa” que posee varios nombres comerciales que ayudan a la erección o en la DE, difusión eréctil. Pero esta obsesión mundial del pene y su erección ignora un hecho: que la mayoría de las mujeres no obtienen el orgasmo mediante el coito solamente (de allí el porque me parece fascínate la mujer y mi amor desmedido a esta).


La mayoría de las mujeres no tienen orgasmos vía coital. Hay un interesante estudio de la Universidad Complutense de Madrid UCM. De 25.000 encuestados en el año 2008 tan sólo el 45,50% de los hombres tenían orgasmo cada vez que tenían sexo, aunque el 70% eyacularan mientras que las mujeres tan solo el 10% de ellas tenían orgasmo en la relación.



La mayoría de los hombres no tienen idea de eso, no sólo es la ignorancia producto de no poseer una información, es que también la sociedad de consumo pornográfico le interesa que no sepas esta desigualdad.



Existe una gran cantidad de mujeres que necesitan o requieren una estimulación directa de sus clítoris para alcanzar el orgasmo durante el acto sexual o cualquier otra actividad. Ya que el primer tercio de la vagina está muy inervada que ayuda a estimular a una mujer para llegar al orgasmo, mientras que los dos tercios finales no están muy inervados. Es esta la razón porque unos penes muy grandes en vez de causar placer en algunas mujeres pueden más bien causar dolor, ya que para muchas mujeres las posiciones que le permiten al hombre penetrar demasiado profundo, a menudo golpeando su cérvix y de allí la molestia.



La mala información también ha generado “la ansiedad por el desempeño femenino”. Esta es más sorprendente que el de los hombres ya que nuestra sociedad ha desarrollado una idea estrecha sobre la deseabilidad femenina que pocas mujeres escapan a su efecto.

La sociedad de hoy amiga lectora ponen en el pedestal de los iconos sexuales a mujeres jóvenes y ultra delgadas con tetas y nalgas de plástico, mientras que la sociedad de consumo te hace que las sigas.


Mientras las mujeres están más obsesionadas con se ven delgadas o no y si se ven jóvenes o no, si sus pechos están firmes, grandes, voluptuosos y recien operados para ser deseadas, lamentablemente ignoran en muchos casos que ya tienen a un compañero masculino fascinado con ellas, tal y como son, con sus téticas y su culito como es. Muchas mujeres no se enfocan en cómo hacer para disfrutar de una mejor sexualidad.



Mi querida lectora, mientras las mujeres sigan trabajando en sus atributos físicos externos, ellas continuarán ejecutando un papel más parecido a actuación a lo que tu llamas desempeño, y descuidan algo que es fundamental: el de enlazarse, conectarse e involucrarse auténticamente en la sexualidad con su pareja.



Particularmente yo disfruto de mi mujer cuando la veo vistiéndose, cuando está actuando e interactuando con su espacialidad y la mía, cuando está haciendo creando y me permite participar de los movimientos y gemidos que todo hombres esperamos ver, sentir y oír de su mujer. De allí que una mujer sabia antes de llenarse de plático, se conecta realmente con su pareja y le hace saber a él lo que necesita hacer o pedirle que haga en esta vida que es como un viaje de descubrimientos para llevarnos al borde del éxtasis.



Mi querida amiga lectora este pequeño y fascinante mundo está lleno de gente sexy e interesante que tienen mucho que enseñarnos acerca de dejar de preocuparnos del “desempeño sexual” y en lugar de eso conectarse y enlazarnos con nuestra pareja.



Mi único consejo que te doy es deshacerte de tu ansiedad por tu “desempeño sexual en la cama”. Elimina la idea del desempeño en primer lugar, tú no eres un animal, eres un ser humano que posee afecto, puedes y sabes a quién darlo y en que magnitud tu también lo recibirás.

Nueva Asamblea Nacional


Nueva Asamblea Nacional

Me han pedido algunos lectores, a través de los correos, mi opinión sobre las próximas elecciones de la Asamblea Nacional y cuál es su importancia. Quisiera decirles que en Venezuela, nuestro sistema electoral no está orientado a reflejar la proporcionalidad. El anterior sistema bicameral del antiguo Congreso de la República intentó luego de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, diseñar un sistema con la representación de las minorías ya que hubo en aquel momento un espíritu con su necesidad de que el venezolano tuviera voz y voto por primera vez, sin importar la forma de pensar.
El diseño se había pensado en que no se podía olvidar a nadie o casi nadie. Lo que importaba era que, por fin, todo el mundo pudiera hacerse oír. Pero el diseño terminó por multiples intereses en un sistema representativo. No se cumplió con ese espíritu original. De allí que sea una cosa representar y otra gestionar; y hasta hoy a casi 50 años de aquel primer sistema aún no tenemos un sistema ideal aunque se esté intentando.
Todavía políticamente no hemos llegado a tener la madurez de gestionar adecuadamente desde la mayoría social y menos nos hemos dado cuenta que los saltos que la sociedad da hacia adelante, sólo se logran por consenso, no por una imposición de una mayoría o de una minoría, menos por los caprichos de los intereses económicos que siempre se ocultarán en ambos bandos llámemelos gobierno u oposición.
Hay un momento en la historia parlamentaria mundial que fue estelar, producto del surgimiento de “la constitución del Estado del Bienestar”. Ésta la impulsó Alemania tras el pensamiento de Bismarck, fue tomada de igual forma por los liberales ingleses como por la izquierda francesa. En la mayor crisis de cada uno de esos países hubo un consenso entre los representantes de las clases pudientes y con mayores recursos y los de la clase trabajadora, donde no se podía dejar a la deriva los eslabones mas débiles de la cadena social. Sin esa extraordinaria visión de ambos lados y ese compromiso social nunca se hubiera logrado lo que hoy es Europa.
Es improbable en las circunstancias actuales que ciertas cuestiones políticas, económicas, sociales y culturales en Venezuela se logren resolver sin el consenso. Una prueba es: “la crisis entre Colombia y Venezuela”. Sólo el diálogo de Santos y Chavez y una buena voluntad política, respetando las diferencias ha logrado ese paso adelante entre ambas naciones.

Suele suceder que los dirigentes políticos tanto a nivel nacional como regional se olvidan en el fragor del poder, que cualquier decisión política implica un cambio cultural, y esos cambios son mucho más lentos que los técnicos o institucionales.
Si de verdad un gobierno quiere profundizar e impulsar los cambios necesarios, la única vía es alentar cambios en la manera de pensar de los ciudadanos. Estos más que la Asamblea Nacional y las distintas instancias de poder son los que, finalmente, deciden.
Yo les diría a mis lectores que mi opinión es que en las próximas elecciones el gobierno ganará la gran mayoría, ya que la oposición no se ha encontrado aún y la mayoría de la AN deberá tomar conciencia en la verdadera situación de la nación. Un punto simple pero es donde emanan todas las dificultades y es éste un fenómeno sin precedentes en cualquier otra especie que habita en este planeta a lo largo de la evolución y es “El alargamiento de la esperanza de vida”
Con toda la violencia que existe, con toda la impunidad con que se acomete tal violencia, este alargamiento ha desvelado un déficit colosal en la oferta de servicios sociales, sobre todo para los mayores, que ya son la inmensa mayoría en Venezuela como el resto de Latinoamérica. De allí es que surge, por una falta de planificación, nuestros problemas de la educación, la seguridad ciudadana, la salud y algo inimaginable: el ocio burocrático ha colapsado las estructuras de la Administración del Estado.
Sin un consenso, el enorme problema del Estado será no poder garantizar el mantenimiento de la seguridad individual y colectiva; en nuestra nación además del colapso de los niveles de confort, con todos los recursos que el gobierno ha invertido en salud, también se ha deteriorado la calidad de la atención del sistema de salud
La clave está, que en Venezuela se sufre un déficit de gastos de inversión y también de mantenimiento de la infraestructura que llega a ser tan costosa como realizarla de nuevo
Tenemos un hecho único: el déficit biológico. A raíz del aumento de la esperanza de vida, que afecta a todos debido a la necesidad de accesar por igual a los servicios básicos. No hemos planificado el enorme estado que tenemos y este no se ha preparado para dar las respuestas a una sociedad, que de una pulpería se convirtió en un mega mercado.
Las próximas elecciones de la AN las ganará el gobierno. El reto es saber entender que este sistema polítuico necesita el consenso, primero de la propia gente del gobierno y luego de elulos a la sociedad con sus nutridas diferencias.

La pareja y sus crisis



Las sociedades enfermas suelen ser sociedades en crisis y cuando esta es prolongada llega a la pareja, a esas individualidades que forman un hogar, una familia, una sociedad.



Las épocas de crisis políticas, económicas, sociales y culturales son épocas de cambios por lo tanto también de ansiedad, llegando a ser tan elevada que empieza a destruir el primer eslabón de la propia sociedad como es la pareja. Estas reaccionan de acuerdo a sus individualidades donde uno de los miembros o los dos rehúyen a tener su sana sexualidad. A otros, les suele suceder que la necesitan hacer y tener más que nunca. El problema es cuando los miembros de la pareja están asimétricos, es decir uno quiere y el otro se niega.



En que magnitud esos estimulos físicos de la sociedad en crisis generan ansiedad y en que intensidad son percibidos por la propia pareja. No se puede promediar, ya que nosotros podemos predecir por dónde va a fluir una corriente formada por átomos; pero no voy a poder predecir por dónde va a circular un átomo en concreto. De esta misma forma sucede a la pareja sabemos de las crisis, de la espantosa ansiedad y el profundo sufrimiento (distrés) ¿Pero como promediarlo?



Cuando hablamos de la pareja ya sea su pasado, presente o futuro, cometemos el error de llevarlo y etiquetarlo en términos estadísticos. Tan sólo para intentar saber o creer cómo se comporta la gente en tiempos de crisis prolongadas y la forma como operan sus mecanismos de decisión sí estos durarán más de lo normal o serán iguales esas tomas de decisiones que en tiempo de menor ansiedad o estrés.





Ya les he expresado que el problema no es entre en cerebro y el corazón, más bien entre el cerebro y el cerebro. Sí, el cerebro primitivo llamado tronco encefálico y además otras estructuras que regulan nuestras funciones básicas, y el cerebro pensante llamado neocórtex que surgió como consecuencia que del tronco encefálico emergieron los centros emocionales, que durante millones de años de evolución dieron origen a ese cerebro pensante. De allí que el cerebro emocional es anterior al racional y que éste era una derivación de aquel.



Ahora, en tiempos de crisis, de ansiedad y estrés con cuál de los dos cerebros decidimos las parejas. Pues decidimos con el cerebro primitivo y menos con el cerebro pensante o neocórtex. La razón es muy sencilla. En tiempos de crisis se tiene la impresión de que ya no se dispone de todo el tiempo necesario para sopesar los factores a favor o en contra de una decisión. Hay que decidir deprisa, porque la inestabilidad del país, la falta de empleo, de recursos, los rumores de la depreciación del dinero o el aumento de la canasta básica o peor aún las contradicciones de los propios voceadores del gobierno es el por qué todas las funciones a medio plazo se dejan para después. En esas condiciones, el cerebro primitivo se convierte en el dictador de nuestros actos.



Cuando no hay tiempo para razonar, siempre ha funcionado mejor el cerebro primitivo donde se refugian gran parte de los instintos y el nuevo cerebro pensante interviene magistralmente. Cuando hay tiempo para pensar es igual cuando estamos atravesando una calle en cualquier lugar de Venezuela y el conductor se come la luz roja y en vez de frenar nos toca la corneta; a nosotros tan sólo nos queda salvar nuestra vida y dar un salto para refugiamos en la acera como si fuera una trinchera, gracias a la amígdala que es la gestora de mis intuiciones y no de la razón.



Las épocas de crisis la gobierna la incertidumbre. Es una característica del ser humano, llenarse de ésta. Nadie sabe, ni el gobierno, ni la oposición, ni los catedráticos, los líderes del pueblo menos la pareja, cuándo va a empezar o terminar una crisis. Lo que si percibimos es que mengua los recursos propios y colectivos, hay una sensación en el ser humano que ha perdido parte del poder que tenía para saber lo que estaba haciendo en beneficio de la pareja. Esa sensación de pérdida de poder del ego individual es una de las condiciones bien sabidas para generar ansiedad, y la ansiedad provoca más estrés y el estrés adicional confirma la pérdida de control del proyecto de vida que la pareja se planteó y ambas partes llegan a tener esa sensación de que se está inmerso en un laberinto. Siempre y por mi propia experiencia toda decisión que se tome de cambio en ese contorno será menos atinada, ya que en la crisis prolongada los factores externos son los que atacan a la pareja.



Los elevados niveles de incertidumbre, la ansiedad y el estrés en la pareja poseen un antídoto y es el amor. Si este es tan fuerte no permitirá que se pierda el control de la situación y menos se desperdiciará ese lenguaje tan hermoso como es la sexualidad.

Te quiero…?



Sólo cuando se comparte idénticos deseos y vínculos afectivos dos personas se dicen “te quiero”. Esta hermosa frase, desconocida en profundidad para algunos muchos pero utilizada hasta la saciedad por muchos sin sentirla. Ese “te quiero”, presupone la existencia de una sociedad en la que hay protocolos, ritos, sentido del tacto, vínculos mutuos derivados del afecto, la sexualidad más bella y mas creadora y del mayor respeto recíproco.



La naturaleza innata, genética, cognitiva o cultural del lenguaje es la verdadera revolución social y es que el lenguaje nos habla. Sinceramente no sé si hizo falta un gen para que se diera el lenguaje, aunque siento que no es lo esencial ni lo importante cuando una sociedad posee un compromiso con ella misma. De allí es que tienen sentido sus costumbres, esos ritos centrados en los vínculos contraídos por la sexualidad, creando un protocolo de conducta que auspician pasos en un determinado orden y no en otro, sólo entonces aparece el lenguaje indispensable para sellar ese tipo de compromisos y de sociedad.



Hay sociedades en las que el lenguaje no posee ningún sentido, de ahí la promiscuidad, la infidelidad, la tracción, el odio de allí la más cruel violencia. Te quiero yo lo digo con el corazón o con las hormonas según los últimos estudios, pero lo digo, ya que estoy consciente que el mal uso que se le da a esta corta frase en las sociedades enfermas que por cierto suelen estar enfermas de todo, incluido del léxico. Pero esto no implica la muerte del amor y de ese te quiero.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La Zarina





Por Carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com
twitter: @cartorrealba

¿Qué tipo de constructo es o son nuestros principios ideológicos? ¿En Latinoamérica existe la derecha, la izquierda ideológica o son poses de moda para cautivar al elector y poder tener el poder para ejercer el más antipático yo?
Serán nuestra ideología una construcción igual que nuestra raza, una mezcla de todo y contra todos. Un compendio de religión, con algo de fanatismo poético, con un gran toque de la filosofía del súper héroe rompe corazones, combinado desde luego con el andamiaje de las instituciones públicas creadas para generar un orden en el caos. Pero a la vez, ellas son el propio caos que nos caracteriza, igual que las múltiples colas para nacer, crecer, alimentarnos, sobrevivir, ir al banco, a la escuela, a la universidad, al hospital y hasta el cementerio.
¿Qué es el pensamiento latinoamericano?, más allá de su diversidad cultural producto de una mezcla fascínate, que fue construida con la visión europea y no con nuestra propia visión.
Sabemos que emociones como la compasión, la pasión, la venganza, o el amor son valores que han ayudado al ser humano a vivir y sobrevivir en una sociedad. Pero por qué Latinoamérica posee una intensidad tan particular que por momentos podemos declarar la guerra a un ser en la mañana y en la noche le hacemos el amor.
Sabemos como la moral puede ser una herramienta heredada biológicamente para consolidar una sociedad. Pero como en Latinoamérica esa herramienta puede ser utilizada para varios fines y al final, la moral y la falsa moral pueden llegar a ser una sola donde el bien y el mal no se distinguen porque están primero nuestros propios intereses, de lo que hemos llamado "ideológias" que a la vez no sabemos qué tan profundas son, ya que varían también como la topografía.
Al parecer nuestros principios ideológicos como morales vienen como las cerezas en dos o en racimos como los mamones. Hablamos de libertad, tan sólo para hacer o no hacer lo que nos da la gana. Hablamos de justicia para defendernos de ella misma y violarla lo más, que nuestro poder permita. Hablamos de paz y nos armamos hasta los dientes. Hablamos de amor y buscamos la infidelidad y hasta podemos regocijarnos que somos tan "vivos criollos" que nadie se dará cuenta, como si uno mismo fuera una nulidad. Cuando escucho a Chávez y a Santos, pienso cuando durará el amor de la zarina si ésta es latinoamericana.