viernes, 20 de noviembre de 2009

LOS GORDOS



Por Carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com

Nuestra política es fascínate ya que ella se basa en no tener política, es como amar sin ser amado, y creer en el amor sin amar, nosotros somos excepcionales, de ahí que nuestro humor se nutre de nuestro drama real, de ese holocausto personal que padecemos todos los venezolanos día a día, gracias a esa enorme incertidumbre sobre el mañana, y es que estamos aprendiendo a flotar pero hundiéndonos, de ahí el drama de la oposición y la visión muy particular del propio gobierno.
Nuestra nación posee la particularidad que a cada crisis le viene otra crisis, que tapa la anterior crisis, es como una herida abierta sobre otra, somos como unos náufragos en el desierto que no podemos ver lo hermoso y sutil del oasis, somos como unos muchachos en la orilla del mar que intentan parar las olas, ¿por que somos así? será porque somos gordos, pero que tipo de gordos será mental, espiritual, corporal, o tan solo unos gordos… ¡si de esos!
De las múltiples declaraciones sobre la crisis o no crisis entre Colombia y Venezuela que lamentablemente o afortunadamente jamás nos podemos separar ya que somos como siameses o el penoso problema eléctrico y del agua, justo en la nación con mayor energía del planeta o las declaraciones Shimon Peres sobre Chávez y Ahmadinejad un dúo que no le gusta a muchos, pero como le venden esos mismos señores jugueticos a ambos, pero hoy, hay un nuevo argumento que sobrepasa todo los temas siendo el mas importante y es lo gordo que se esta poniendo el venezolano.
Algunos le pueden dar risa, pero es algo muy preocupante sobretodo porque la gordura puede denotar no solo una condición metabólica también la angustia, ansiedad, frustración y ese profundo sufrimiento que denominamos estrés, más nos indica también que algo anda mal en nuestra sociedad y no son las cajitas felices del imperio, ni lo goloso de un grupúsculo de funcionarios públicos con los recurso del pueblo o lo voraz de algunos empresarios que están haciendo una fortuna jugando a la crisis , ni la falta de ingesta de proteínas que por cuestiones económicas lo único que puede comprar son carbohidrato, la realidad es que el gran aumento del volumen del venezolano es la violencia, que va de lo verbal pasando por lo físico y alojándose como un virus en lo psíquico. Si estamos gordos lo que nos falta es estar hartos.

jueves, 5 de noviembre de 2009

La sanción


Por Carlos Vicente Torrealba

carlosvicentetorrealba@gmail.com


Se dice que el motor esencial del sentido humano se basa y se construye en la diferencia y el contraste, de ahí, es donde se sustenta todo nuestro andamiaje conceptual de lo vivido o por vivir, del amar o soñar, en creer ciegamente en lo que vemos o creer tan solo en lo que sentimos.

Si creer en la posibilidad de alcanzar nuestras metas es el primer paso de nuestra liberta, en toda nuestra historia republicana se a luchado por ideales donde grupos de hombres lo han promovido, se erigieron como lideres o caudillos de esos ideales y después de alcanzar el poder se le ha olvidado por lo que antes habían luchado y caen en ese éxtasis extraño, exótico y mesiánico, de creerse ellos que son la causa y la razón de nuestra existencia como nación de ahí nuestra magia que se convierte en nuestro gran talón de Aquiles.

Nuestra país es un universo de contrastes y contradicciones quizás sea una de las pocas del planeta que niega su propia existencia, donde se pretende evolucionar regresando a nuestros orígenes no como un hecho connatural para una revisión de nuestra venezolanidad, mas bien es negar nuestra propia evolución como nación e individuos, donde se penaliza la capacidad, ocultándola, marginándola y excluyéndola, para exaltar a la mediocridad, la incapacidad y el saqueo.

Ya sabemos que nuestra crisis esencial es de valores, y es tan profunda que no sabemos en que momento empezó, lo que si estamos seguros que ha llegado a muchos de los puntos vitales de nuestro sistema uno de ellos es nuestra energía eléctrica, el dinero que ha invertido este gobierno en el sector eléctrico es impresionante, pero los resultados son irrelevantes a tal punto que es un país que se puede quedar a oscura con toda la energía del planeta, pero no hay culpable y como magia los verdugos se vuelven victimas y las victimas son sancionadas como si el progresar, generar fuente de empleos, lugares de esparcimientos, tener un televisor y prender la luz para orinar, fuera un pecado.

Es ilógico y anti natural que se sancione al pueblo venezolano pero no a los responsables por los hechos, que si los hay y no pueden ocultar su requisa. Se asegura que la forma de pensar en nuestra cultura occidental se centra en la escritura y la racionalidad pero en Venezuela se centra en la miseria humana del poder irracional que sanciona lo que debería alabar.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Ave Fénix, el Atalaya y las Debilidades Humana


“Todos los seres humanos tenemos debilidades, algunos la convertimos en nuestras fortaleza, siendo nuestra gran atalaya; otros mueren por ella, aunque intenten en cada relación surgir como el ave fénix, pero siempre sucumben a esta; ya sea porque ellas los dominan o porque simplemente son sus debilidades perpetuas.”

CVT (del Libro En la otra Cara de la Luna)


De los tantos correos que cada día recibo y que agradezco enormemente, ya que muchos son enriquecedores y otros sirven para indagas las angustias de los otros junto a las mías, existe en toda estas una constante y es esta se refieren en forma directa o indirecta sobre las debilidades del ser humano.

Sé por experiencia que se necesita una gran conocimiento de uno mismo para poder convertir nuestras debilidades en fortalezas, dominarlas, someterlas, olvidarlas, o simplemente lidiar con ellas para que nuestras debilidades no perjudique a otros menos a nosotros mismo y a aquellos que decimos amar, aunque nos puedan traicionar con su dulce mirada.

Toda la historia de la humanidad está construida sobre las debilidades humanas, los grandes sucesos están marcados por ellos; Cristo murió en la cruz por su debilidad hacia nosotros; Cesar perdió su vida y su imperio ante su mayor debilidad, una mujer llamada Cleopatra; toda la obra de William Shakespeare desde Hamlet hasta Romeo y Julieta se basan en nuestras debilidades; Nuestro generalísimo Mirando tuvo sus debilidades, una sus amores secretos con mujeres casadas, hasta el perdón en la política; nuestro extraordinario Bolívar poseía dos grandes debilidades, creía en sus sueños ciegamente y en las mujeres de color. Nuestro sistema político posee una gran debilidad que lo ha marcado en toda nuestra historia republicana y es el ego desmedido de nuestros caudillos, lideres o como Usted quiera llamarlos.

Quizás por todo esto, estoy convencido que el ser humano en su hecho connatural es débil por naturaleza, abarcando todos los componentes de su vida, más allá de los malos hábitos y la infidelidad con el mismo, antes que con los demás.

En las sociedades con crisis prolongadas como las nuestra donde existen además de familias estructuradas, también y lamentablemente hay muchas familia desestructuradas con sus penosos triángulos rotos, donde el abandono es la constante, siendo el mayor aporte a sus hijos precisamente el abandono; estos crecerán con su principal debilidad, la frustración, ya que la frustración hace a los hombres y mujeres seres más débiles y serán esas presas fácil de los depredadores y carroñeros, ya que no poseen la capacidad de respuesta inmediato para pensar ni analizar en forma defensiva, tan solo manejaran su impulso y ansiedad. Algunos por la sexualidad como las mujeres que aman demasiado y otros, por un rosario de vicios y una vida tormentosa atrapados en su propio drama del abandono que los llevaran irremediablemente a ver el daño que se han provocado, hasta perder lo que alguna vez quisieron y quieren tanto, tan solo porque sus debilidades los controlan, los dominan y los someten, marcando su tiempo entre orgasmos forzados e imaginados y quedando siempre sedientos ya que buscan incesantemente lo que tienen a su lado pero no lo ven.

La inseguridad es una debilidad y quizás sea una de las más letales, traicionera, embustera y siempre está llena de miedo que sólo provoca torpeza, angustia y confusión, generándonos la decepción real o imaginaria producto de una incertidumbre donde dudamos si nos hicimos falsas ilusiones o magnificamos las cualidades de lo que pensamos que jamás podría desilusionarnos, como es creer en una persona contra la posibilidad o la evidencia y no podemos ver con claridad la realidad tal cual es.

Generalmente desde mi atalaya veo como la inseguridad puede carcomernos, ya que cuando nos ataca dejamos de ser lo que se llama “YO” y nos convertimos como el extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde, que arremete por miedo y temor a los que más aman, por la extraña y quizás exótica idea que algo nos hacía daño, cuando el mayor daño nos lo hace uno nosotros mismos. La inseguridad es la más fuerte duda frente a lo desconocido, conocido y por conocer. La duda se puede ubicar en ese espacio temporal que se encuentra entre el corazón y la razón surgiendo como el Ave Fénix en el momento menos pensado y entre las cenizas de nuestras desilusiones pasadas, volviendo a nosotros como un fantasma cada cierto tiempo, convirtiéndose en un ciclo o periodo; lo raro que al pasar de los años esto se agudiza, tanto la duda como las propias debilidades que las generan.

Las debilidades más comunes pueden ser la poca disciplina y voluntad; la dispersión de atención y el intereses; la tendencia al “aislamiento”; la manía de no valorar ideas ajenas; el pesimismo crónico; la tolerancia baja al rechazo: el querer controlar todo y no controlamos nada; rehusar los conflictos pero generan todos los posibles; poca constancia en la mejora y la más terribles de las debilidades después de mentirnos a nosotros mismos ser infiel con nosotros.