miércoles, 3 de agosto de 2011
La conciencia vs conciencia
Por Carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com
carlosvicentetorrealba.blogspot.com
twitter: @ cartorrealba
Hay dos conciencias que luchan sobretodo en sociedades en crisis de valores; estas conciencias son la conciencia individual de cada persona y la conciencia social: de ahí que existan gente que de pronto se sienten bien en un grupo, y están dispuestas a hacer cantidad de sacrificios a favor de este grupo, y están dispuestas a renunciar a cosas que le importan mucho en aras de este grupo.
Aunque en sociedades enfermas nos conseguiremos con un fenómeno, como son las personas que dominan o pretenden dominar al grupo generalmente sin capacidad intelectual y le tienen un pánico a estos seres llamados altruistas y que los tratarán de castigar, doblegar, minimizar ante el propio grupo.
Los altruistas capaces son los verdaderos impulsadores de los grupos y las sociedades de avanzada se caracterizan por tener a estos seres como punta de lanza de sus organizaciones. Los altruistas se caracterizan por que son gente que no les importan el intercambio, sino que son lo suficientemente elevados para dar algo porque sí. ¿Sabes amigo? Desde conocimientos, trabajo y ¡A veces incluso la vida!
Existen distintas teorías para lo que se conoce como altruismo. El altruismo consiste en beneficiar a alguien a costa de uno mismo. El ejemplo más obvio se produce entre los que comparten parentesco, entre los miembros de una familia. Éstos comparten parte de sus genes, y puede que sea beneficioso para los genes establecer un intercambio o ayudar a otra persona. Sin embargo, hay otras formas de altruismo que son muy frecuentes en los seres humanos y que se basan en la reciprocidad, incluso en la reciprocidad indirecta, donde yo te doy algo y espero que me lo devuelvas más adelante. Y aquí es donde entra en juego de nuevo la identidad social, porque saber que pertenecemos al mismo grupo me da cierta seguridad de que más tarde me corresponderás: me darás algo que necesite cuando lo necesite.
Hoy en día se estudia los mecanismos psicológico que nos ayudan a ser altruistas. Desde luego la gran pregunta en países como el nuestro: ¿Cómo evitar a los aprovechadores?. Desde luego como mucha gente particularmente a mí, muy pocas veces nos equivocamos cuando decidimos confiar en esta persona o en esa otra. Es decir, normalmente acertamos desde luego el porcentaje de acierto de la gente está por encima de lo aleatorio, por encima del azar, a la hora de predecir si alguien es digno de confianza o no. Esta es una capacidad que ha adquirido el ser humano gracias a la evolución.
Y es que hemos evolucionado gracias a la vez de estas redes de reciprocidad. Tenemos una gama riquísima de emociones sociales, que van desde la ira hasta la lealtad, pasando por la empatía y la compasión y podríamos decir que estas emociones han evolucionado para garantizar que los demás no nos tomen por pendejos.
Probablemente la cultura sea la única manera por la que puede funcionar lo que denominas “altruismo competitivo”. Se necesita un cambio en la cultura, para entender lo importante de las personas capacitadas y no de las personas necesitadas donde su vida suele ser un conjunto de cosas a medias o por hacer.
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