domingo, 20 de diciembre de 2009
Mi carta para Tí… Niño Jesús
Tenía muchos años que no te escribía una carta, quizás era que creía en otras cosas que hoy para mí ya no son importantes, pues llegué a pensar que era primordial lo que opinaría la gente y no me dí cuenta lo importante que es, lo que nosotros mismo opinamos de nosotros.
Tenía muchos años que no te escribía y no fue porque dejé de creer en ti, más bien fue en mí. Pensé que el poder y los que los ostenta ya sea economico, politico o social, merecían esa atención especial de uno, pero me di cuenta que el poder a algunos de ellos lo envileció y personas extraordinarias se trasforman en ciertas condiciones, en seres mentirosos y pequeños.
Cuántas cosas buenas nos propusimos y se han propuestos y desearon algunos de los que ostentan el poder, pero desgraciadamente, muy pocos se esforzaron por alcanzarlas; el confort desvió la nave de sus vidas y nosotros estábamos en ese barco con ellos.
Tu sabes Niño Jesús que en mi país hay excelentes hombres de ciencia, pero quisiera que el año que viene nos des más hombres y mujeres de conciencia y sobretodo social. Que sepan saber lo que tienen que hacer, pero dale ese toque de hacer lo que deben de hacer. Que sigan ellos haciendo planes y fijándose propósitos por el bien de la nación, pero dales ese toque para que lo puedan llevar a cabo y no se queden esos planes en los estantes infinitos de proyectos y obras inconclusas.
Mi querido Niño Jesús como regalo, enséñanos a desear el éxito pero sobretodo a realizar las cosas necesarias para lograrlo. Yo sé que es bueno hacer promesas, particularmente a lo largo de mi vida he hecho muchas pero es mejor que nos enseñes a cumplirlas. De la misma forma has que tengamos dignidad, claro que es mejor que nos enseñes a no pisotear la de los demás. Sé que en otra ocasión te hubiera pedido que me dieras de todo, hoy te pido que nos enseñes a compartir con los que no tienen nada, que lamentablemente son muchos aún.
Tu sabes Niño Jesús que es muy bueno y gratificante saberse amado y comprendido, pero enséñanos más bien a amar y comprender, así como procuramos no fracasar en esta vida, enséñanos mejor ayudar al fracasado. Siempre niño Jesús buscamos la verdad, particularmente he pagado un precio alto por decirla, pero enséñanos hablar siempre con ella.
Niño Jesús, tú que eres misericordioso y tenemos fe en tí, enséñanos a sembrarla en los que aún no conocen esa palabra ni la grandeza de tu bondad.
Quizás te pido mucho Niño Jesús o quizás sea poco para el tiempo que vivimos. Ojalá mi Señor, los hombres que reciban tu regalo aprendan a no esperar una sonrisa para ser gentiles, no esperar ser amados para amar intensamente como yo amo y tú nos amas, no esperen estar solos para comprender el grato valor de un amigo, a no esperar el luto del mañana que siempre vendrá, para reconocer la importancia de quienes están hoy en nuestras vidas. No esperar a la persona perfecta para entonces enamorarnos cuando ya todo casi termina. No amar los pedazos buenos del ser amado; más bien, amar su totalidad. Enséñanos a no esperar el dolor para pedir perdón, no esperar la separación para buscar la reconciliación.
Sobretodo Niño Jesús, enséñanos a no esperar el elogio para creer en nosotros mismos. No esperar el "yo también" para decir a la persona amada "te amo", y no esperar el día de nuestra muerte para amar la vida. Gracias Niño Jesús por leer mi carta. Espero tu regalo… ¡Bueno! sobretodo a mi país, a pesar que todos los cambios aún no se encuentran… Feliz Navidad a mis amigos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario