sábado, 17 de agosto de 2013

Too Big To Fail

Por Carlos Vicente Torrealba carlosvicentetorrealba@gmail.com Twitter: @cartorrealba Hoy en mi país se confunde el verbo con el sustantivo, el pronombre con el predicado, la suma con la resta, la verdad con la mentira, la justicia con la impunidad y sobretodo la grandeza con la más cruel miseria humana. Pero no siempre fue así, quizás porque los demagogos por lo menos eran un poquito más inteligentes respetando algo más a su gente y a su patria. Recuerdo el corredor de mosaicos azulejos del hato que fue de la familia de mi padre. Ese lugar era el más viejo de la antigua casa y el sitio preferido por mi abuela paterna, justo donde nos contaba las hazañas de los hombres del llano, hombres de soga, toros bravos y de bestias cerreras que una vez cambiaron sus lazos y que tremolaron al cielo por lanzas que no dudaron teñirlas por su libertad, su honor y quedaron coloradas para la grandeza de nuestra patria. Una vez el bisabuelo de mi padre le regaló un caballo Ruano al general Páez. Dice la historia que Páez lo escogió de un centenar de caballos. Era una bestia fuerte, enérgica, ágil de muy buena marcha. En una escaramuza en su segunda carga, el caballo fue alcanzado por la descarga del ejército español, Páez se salvo, al regresar a sus fila en la grupa de otro de sus lanceros, dictó a una proclama donde señaló a sus hombres la muerte de su caballo y como él se vengaría de esta aunque le costara la vida en la acción. Todos los lanceros vengaron la muerte de su caballo, era una cuestión de honor. Hoy no nos matan esas hermosas bestias, pero aniquilan a miles de venezolanos en atracos, asaltos o mueren a mengua en los pasillos de los hospitales. Hoy fusilan a miles de almas con la descargas de la indolencia, la incertidumbre y una verborrea que deja a muchos tan aturdidos por la incoherencia del verbo, que se pierde el sentido de la palabra y esta ya no nos habla apenas balbucea la negación de la propia existencia de la patria. Palabra que ya no significa nada, pues no puede haber ésta si no hay patriotas ciudadanos: hombres y mujeres que tengan la esperanza de ser protegidos por ella. La palabra patria es too big to fail: “demasiado grande para caer", ya que tendría consecuencias desastrosas rescatarla. No por los poderes públicos, ya que estos ilógicamente la niegan; más bien por los venezolanos que al fin y al cabo somos los que hacemos la patria y quizás como con el caballo de Páez sea una cuestión de honor, si acaso algo nos queda.

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