sábado, 17 de agosto de 2013
Réquiem
Por carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com
Twitter: @cartorrealba
Una pregunta sencilla en un momento sumamente complejo: ¿Los venezolanos nos podremos reencontrar algún día? Sobre todo con la gran incertidumbre política, económica y social que existe y que al parecer, todas las medidas que el gobierno desarrolla para flotar nos hunden mas y para rematar una oposición tan débil que ni siquiera posee imaginación para actuar.
Este país vive una guerra por lo menos posee los muertos, la escasez de alimentos, la depresión económica y su gente: la mayor desesperanza. Además de estar sitiados en medio del temor y el miedo de no poder aún reconocer cual es su real enemigo. Igual le sucede al gobierno que se ha montado en una imaginaria de una guerra que el mismo no sabe si es abierta o no declarada, con sus propios enemigos internos y extranjeros, sean estos imperialistas o simplemente parásitos de ideologías trasnochadas.
Un gobierno donde algunos de sus hombres son de izquierda, pero en lo privado actúan de derecha y no poseen la capacidad de reconocer sus verdaderos enemigos; quizás porque están tan cercanos que no poseen formas o quizás sea por que en verdad son tan imaginarios como su propia ideología. Lo lamentable es que casi siempre cuando el enemigo es imaginario y por lo tanto no posee forma al final, se atacan a los más débiles que generalmente son las personas que decimos defender. Este es el drama de la ignorancia, de la terquedad y de la ceguera ontológica que como siempre digo: no es más que el no saber, que no se sabe.
Que lastima que muchos de los personeros no crean en lo que dicen profesar, de lo contrario hubieran entendido la forma magistral cómo Chávez ejercía el mando. Con todos los errores y virtudes de él, nos guste o no, quedará para la historia como un hombre que fue un gran provocador político pero que jamás paso la raya de los limites y comprendió y vivió a fondo sus cuatros principios básicos estratégicos los que aplicó a la política, como son : Cuando el enemigo avanza, nos retiramos; Cuando el enemigo duda, lo acosamos; Cuando el enemigo trata de eludir el combate, lo atacamos y Cuando el enemigo huye, lo perseguimos.
Pero, ¿A quien el gobierno acosa, ataca, y persigue?. No será más bien a su propia sombra o aquellos que le dan la vida como propio gobierno. De seguir así, lo único que conseguirá será hacer su propio réquiem.
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