sábado, 17 de agosto de 2013
El Dúo Dinámico
Por Carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com
twitter:@cartorrealba
Uno puede ser ignorante y eso, no es malo. Lo que realmente es malo, es ser irresponsable con la ignorancia que se posee. Es lamentable que no sepan gente que se creen los adalides de la justicia y los guardianes de la pureza impoluta de una revolución que tan solo es mental y que ellos mismos ni se la creen, que el Himno de Caracas es producto de una evolución.
El dúo dinámico ataca de nuevo y como siempre desde la trinchera de su ignorancia y su más carcomido resentimiento social. Este par de joyas de la revolución endógena que habita en su pituitaria, no saben que el Himno de Caracas nació de las voces del pueblo. Fue un canto de cuna que se trasformó en un canto de revolución, que glorificó al propio pueblo que lo creo y que Guzmán Blanco lo hiciera Himno Nacional, al llamado "Gloria al Bravo Pueblo".
Desde 1881, Santiago de León de Caracas quedó sin himno. Tuvieron que pasar casi 80 años cuando el ayuntamiento de Caracas aprobara la nueva música, creada por el maestro Tiero Pezzuti y 103 años cuando la letra seleccionada por concurso, la ganara el maestro José Enrique Sarabia “Chelique”, un hombre que ha hecho algo extraordinario como es: hacer feliz a los Venezolanos. Cuestión que el dúo dinámico jamás hará por un problema simplemente patológico.
Pero al dúo dinámico no le gusta la letra del actual himno. Una cuestión hormonal seguramente, ya que ellos no poseen ningún tipo de credencial para denigrar de ella, ya que uno es un simple cuartelero y el otro un manipulador de oficio.
Quizás las estrofa que les moleste del himno de Caracas sea: “voz de rebelión y cuna de la libertad”. Desde luego desean un pueblo sin voz y arrodillado ante los caprichos y frustraciones de unas personas que no toleran a los OTROS, o quizás: “y el grito de revolución, fue como el nuevo amanecer” Esta estrofa debe molestar mucho, ya que no ha habido un nuevo amanecer desde que ellos han marchitado su propia revolución. La estrofa que genera todo el problema, es sin duda alguna: “Y la barbarie sucumbió bajo la luz de la razón”. No hay mayor barbarie que la ignorancia de aquellos que sufren su ceguera ontológica, que no es otra cosa que el no saber que no se sabe.
Lo interesante del dúo dinámico es que sí luchan contra el imperio, pero de pendejos chavistas o no chavistas que somos nosotros, que estamos a la merced de los caprichos de este par de ociosos.
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