sábado, 17 de agosto de 2013

¡Habemus Patria!

Por Carlos Vicente Torrealba carlosvicentetorrealba@gmail.com Twitter: @cartorrealba Las sociedades en crisis y sobre todo las que viven en crisis prolongadas, se caracterizan por afirmar en sus propagandas justamente lo que no son y más aun señalan tener lo que en verdad no poseen. Generalmente los burócratas, insensibles e incapaces son los que en las sociedades en crisis prosperan, ya que suelen ser temerarios, demagogos, oportunistas y a la vez son extremadamente ingenuos. Creen que el resto de la población también lo es. No saben que la palabra nación posee dos acepciones: la nación política, en el ámbito jurídico-político, es un sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado. Mientras que la nación cultural, concepto socio-ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos, como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes, a las que dota de un sentido ético-político. En tanto que patria se designa a la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversa índole, como afectivos, culturales o históricos. La Patria es un sentimiento, donde sus gente se siente unida a sus tradiciones, sus costumbres, su cultura, y dispuesto a luchar y esforzarse por su grandeza. La Patria amigos no existe sin patriotas, y estos tan solo son aquellos que día tras día trabajan honradamente, estudian, son solidarios, y no discriminan al resto de sus compatriotas. Ahora nos gritan que ¡Habemus Patria! Como si el burócrata fuera el Cardenalprotodiácono en el balcón del vaticano, pero más bien pareciera una caricatura de Rodrigo de Triana gritando desde el carajo de la nave ¡tierra! y para colmo cree que sus gritos son una bendición al estilo Urbi et Orbi, aunque tan solo es una negación a nuestra crisis del papel sanitario. Los venezolanos si tenemos patria ¡pero artificial! Tan solo con observar la espantosa corrupción, que ha generado riquezas no productivas, donde se deforma la visión y el desarrollo, del propio estado. La patria artificial, es la que no se genera de nuestras manos; una cultura artificial, la que no es producto de nuestro trabajo; un país artificial es el que crece sin el esfuerzo de su gente, es donde la clase política se convierte en una casta inútil para su pueblo e incapaz de interpretar los mensajes que este emite, por lo tanto ¡Habemus Patria!

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