domingo, 23 de enero de 2011
La Cura para el Desamor
por Carlos Vicente Torrealba
El desamor genera un sentimiento de profunda amargura, vacío y tristeza. Una de nuestras lectoras me pide un brebaje mágico para el desamor. Lamentablemente amiga si lo tuviera, hoy domingo estaría con Mickey Mouse en el imperio y de administrador tendría a Donald Trump. Yo sería una mezcla de zar con jeque, porque tendría la fórmula de la madre de todas las enfermedades. Lo único que existe en Venezuela contra el desamor es:
Comparte tus sentimientos: debes buscar hablar con alguien que te entienda y siempre déjate consolar por alguien que te estime. No que te envidie, menos si tiene antecedentes de masoquista o sádico y mucho menos si es compañera de trabajo.
Cuídate: con el desamor se genera un gran estrés, duerme lo suficiente y descansa mucho. Eso si no te quedes tampoco como la bella durmiente. Has ejercicio, toma mucho liquido. Si ves que te ahogas, compra un saco de boxeo y pon la foto de ella o él y fájate hasta que te agotes, pero eso es en caso extremo.
Recuerda lo bueno: No te culpes por todo lo sucedido. Ponle un punto final de una vez! Recuerda tus muchas cualidades y todo lo bueno que hay en ti! Sobre todo si te quedaste con la casa, el carro, las neveras, las empresas y las cuentas bancarias y de paso los hijos. Ahí, recuerda lo bueno que el tipo la va a pasar a su mitad de vida tratando de rehacerla, esto alivia mucho.
Mantente ocupada: No piense más en la triste situación amorosa, mantenerse ocupado, es un buen momento para probar un nuevo hobbie. Claro que puedes pensar en lo ocurrido. Reflexionar sobre lo que nos ha sucedido, forma parte del proceso de curación. Sal con todos los amigos de él, tomate fotos y se lo mandas por Facebook con copia de las facturas de los bonches acompañada de Parrita y del inglés Johnny y por twitter le mandas saludos grabados a las cuatro de la mañana, eso da un alivio estupendo.
Tomate tu tiempo: Para superar la tristeza el tiempo es el mejor aliado y medicina, tanto así que casi siempre hasta cura el desamor, sobre todo si lo manejas con la “relatividad”. Es decir agarras un crucero y saca esta cuenta: lo que a él le costó veinte años hacer, tú en dos meses en el Mediterráneo lo gastaste. Eso es tomarse el tiempo, ni Albert Einstein te lo haría mejor. Si tú no sanas con esto, entonces no eres venezolana hija mía.
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